* CISMA EN LA IGLESIA: LOS OBISPOS ALEMANES SE DESGAJAN DEL VATICANO.- "NO SOMOS UNA FILIAL DE ROMA", DICEN
* DESTRUCCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS RELIGIOSAS, JURÍDICAS, POLÍTICAS, ECONÓMICAS MUNDIALES
* HACIA UNA "GOBERNANZA GLOBAL SOCIALDEMÓCRATA" LAICISTA, MACROECUMÉNICA, SECULARIZADA
De JOSÉ A. PÉREZ STUART
Prácticamente en forma simultánea, mientras los yihadistas armados y entrenados por los regímenes socialdemócratas de Occidente distribuían un vídeo en el que aparecen destruyendo obras antiquísimas celosamente guardadas en un museo de Mosul, en España un grupo de desconocidos asaltó una iglesia y pisoteó las ostias consagradas, y en Alemania, el cardenal Marx formalizó el Cisma que sacude a la Iglesia, al anunciar que el Episcopado (obispos) alemán "no son una filial de Roma".
Ruptura total.
Quiebre absoluto.
Demolición a mazazos.
Los golpes destructores en el museo de Motul, son imagen, son figura, representación fiel de la pulverización jurídica, moral, intelectual, política, ética, religiosa que está sufriendo la sociedad bajo los efectos de la dictadura del relativismo. Si ya no hay certezas, si ya no hay absolutos, si la verdad no existe, si no hay trascendencia ni un premio o castigo eternos, ¿por qué mantener erigidos símbolos, leyes, dogmas...? Hay que tirar, hay que derruir todo lo instituido. Absolutamente todo. En los museos, en la doctrina de la Iglesia, en la estructura jurídica de la sociedad, en la familia...
Y es así que estamos no en ruinas, sino siendo literalmente destrozados, arruinados, quebrantados, desmembrados. A golpe de mazo. En la Iglesia. En el orden legal. En la moral. En la ética. En el ejercicio de la política. Uno a uno. El problema no son los atacantes, sino las débiles defensas y la caída en la guardia de... "los buenos". A falta de análisis sistémico, cada uno de ellos ha quedado encerrado en su reducto, en su región, en su pueblito, en su parroquia, sin querer ver más allá, negándose a admitir la magnitud del auténtico, profundo, integral ataque contra el corpus total de nuestra civilización.
Mazazos en Mosul. Sí. Pero también...violados, ejecutados, degollados, calcinados, decenas de cristianos, todos los días, en el Oriente Medio. Más claro, pues, ni el agua. Y muy al pesar de las buenas conciencias, es decir, de aquellos a los que el padre Iraburu califica bondadosa, indulgentemente como "los moderados", ese ejército de los que tratan de negar lo evidente y buscan convencer a los demás de que "no pasa nada"...lo cierto es que asistimos a la demolición total, absoluta, del basamento de la civilización occidental cristiana. Con la Iglesia por delante. Golpeada por mazazos de Cardenales y obispos, como los de Alemania, que a través del Presidente de su Episcopado, han decido "pintar su raya" y advertir que "no son una sucursal de Roma", y que no van a esperarse a las deliberaciones del próximo Sínodo sobre la Familia, para decidir qué es lo que debe proclamarse. Ellos ya optaron por el divorcio y el homosexualismo. Antes, lo habían hecho en favor, también, del aborto.
El Cardenal Marx habla en términos mercadológicos de que "no son una sucursal de Roma". Es decir, para que entendamos a éstos obispos cismáticos, ellos ponen sus reglas. Es decir, creen tener, haber conseguido una especie de "patente" o "franquicia" para presentarse pública, ostensiblemente como "la Iglesia"...pero sin embargo se niegan a cumplir las reglas de "la matriz".
En otras palabras, "la Iglesia" en Alemania es como una falsa Coca-Cola, que no sabe a Coca-Cola; una Burger King que se ostenta como tal pero que no es tal, pues allá los curas germanos le cambian los ingredientes. Bajo tales criterios mercadológicos de los teólogos de la liberación, es que los obispos alemanes creen que esta especie de "patente" que se llama "la Iglesia", y que es la única fundada por Dios, les da derecho a "expender" su producto estrella, la Eucaristía, como se hace con pizzas, hamburguesas, refrescos o papas fritas: al que ellos quieran. O mejor aún, al que la pida.
Es decir, ya no se trata de que la Eucaristía, la Comunión, se reciba en estado de gracia, como el Cuerpo de Cristo que es, sino que cualquiera pueda hacer su pedido de la misma: "¡salen 10 para esa mesa de divorciados!" "¡8 más para la de los abortistas de la mesa uno!" "¡los tórtolos homosexuales quieren otras dos!"
Podría parecer cómico, pero es lamentable, dramático, preocupante...cismático.
Porque en efecto, lo que ha venido sucediendo en el seno de la Iglesia, a sus más altas esferas, es así: convertir el próximo Sínodo sobre la Familia en una especie de aduana a modo para que, vía el "consenso" y no la doctrina de Cristo, tanto divorciados, como homosexuales, parejitas en unión premarital y demás, "comulguen" cuando quieran. Sin más. Renunciar, así, al arrepentimiento y a la conversión. Olvidar la mortificación y la penitencia. Con un agravante: diga lo que diga el Sínodo, el Cardenal Marx ya advirtió que los alemanes publicarán su propia carta pastoral sobre el matrimonio y la familia, después de dicho Sínodo.
Preocupante es Marx, porque forma parte del grupo estrecho creado por el Papa Francisco para modificar la Curia. ¿En manos, pues, de quién estamos?
Este último es el drama de la Iglesia. Una Iglesia que en su cúspide humana renuncia a la evangelización, a la conversión del descarriado, del desviado, del extraviado, so pretexto de una misericordia adulterada; so pretexto de un falso ecumenismo, igualitarista, y so pretexto de negarse a realizar "proselitismo". Una renuncia a la verdad, pues, que carcome las entrañas mismas del Cuerpo Místico de Cristo, al ausentarse, al no hacerse presente, al no manifestarse el Magisterio ordinario, en lo fundamental. Esto es, cualquier sacerdote, obispo o cardenal altera la liturgia, contradice la doctrina milenaria, respalda herejías, aplaude a los apóstatas...y ninguna autoridad eclesial lo corrige. Ninguna. Esto crea lo que Federico Müggenburg, en forma atinadamente dice: "confusión entre los fieles por la ´ausencia de Magisterio´."
El resultado de todo ello: "desarrollo de una mentalidad de "consensos" mediocres, reflejada en documentos "colectivos" de reuniones episcopales, con ´predominio del "anonimato" y criterios de "apertura y diálogo" para evitar la "apologética estéril"." (La Otra Iglesia Imposible)
En vano, el martirio de un Tomás Moro, quien prefirió la muerte antes que ceder a los reclamos del mujeriego. Miles de católicos asesinados, por defender la indisolubilidad del matrimonio. Y ahora, en nombre de "la misericordia", por la vía "Pastoral". se busca premiar a los divorciados con el acceso a la comunión. Así, lo mismo daría una cosa que la otra. Total, dice alguien por ahí, a fin de cuentas ni la Iglesia condena eternamente, y todos, absolutamente todos, vamos a salvarnos y a ver a Dios.
La Iglesia sufre hoy un cisma, por los yihadistas que intentan derribar, como los de Motul, los basamentos. Curiosamente, tienen la misma ideología que los sacerdotes y obispos revolucionarios que en México apoyan a la narco-guerrilla que opera en Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Puebla. Que alimenta de adeptos a MORENA. Que llevó, cinco años consecutivos, como "Maestro invitado" de la UIA-Puebla, a Juan Carlos Monedero, el líder socialista de "PODEMOS" en España, a su vez financiado por los gobiernos de Ecuador (Evo Morales), Venezuela (Chávez y Maduro) e Irán.
Desde Washington, Obama se ha convertido en el centro de mando de la deconstrucción socialdemócrata del mundo. A través de leyes internas y el empleo de organismos financieros internacionales, lleva a cabo el pfoceso de Reingeniería Social, con la Ideología de Género como punta de lanza. A partir de ella, impulsa el entierro de la civilización occidental, golpeándola mediante ordenamientos jurídicos que deben ser aprobados por las legislaturas de todos los países, so pena de que los gobiernos se hagan acreedores a sanciones o cancelación de toda ayuda económica. La Unión Europea es plena demostración de ello: para ingresar a la misma, las naciones deben someterse a los dictados del Nuevo Orden Mundial que los obliga a legalizar el aborto, aplicar políticas de control natal, , legalizar las uniones entre personas del mismo sexo, etc.
Para mantener el control del Oriente Medio, Obama encabezó el financiamiento, el adiestramiento y el abastecimiento de armas a las fuerzas yihadistas que derrocaron a los gobiernos de Libia, Egipto y demás, con el propósito de eliminar del poder a dirigentes pragmáticos, pero no dóciles a La Casa Blanca. Esta maniobra se hizo ver al mundo como "La Primavera Árabe".
En forma reiterada, trataron de hacer lo mismo con el gobierno sirio. Se produjeron reiteradas amenazas de Hillary Clinton (en su calidad de secretaria de Estado) y del propio Obama, demandando la renuncia del Presidente sirio, Bashar al-Asad. Como este se defendió con dignidad, fiereza y respaldo de Rusia, entonces Washington fortaleció a los yihadistas, que conformaron un nuevo Califato. Con armas y recursos económicos suministrados por los gobiernos socialdemócratas de Europa y EU.
En forma simultánea Estados Unidos y sus socios socialdemócratas de la Unión Europea, impusieron por la misma vía violenta un gobierno dócil a sus intereses en Ucrania, lo que produjo la reacción de la mayorítaria población pro rusa de dicho país, así como del gobierno de Putin, que es su vecino inmediato. Frente al respaldo del Kremlin a los inconformes, Estados Unidos obligó a la Unión Europea a secundar sanciones económicas a Rusia, que a la fecha persisten y han generado el debilitamiento no solo de los rusos, sino de toda Europa, por la dependencia que tiene el continente del gas procedente de la ex Unión Soviética.
Obama está llevando al mundo a una situación límite, A un punto sin retorno. Su objetivo es claro. Demoler a mazazos todos aquellos obstáculos religiosos, morales, económicos, políticos, éticos que se interpongan en su camino de "deconstruir la civilización" a través de la anunciada Gobernanza Socialdemócrata Global que tanto secundan Felipe González y demás líderes de la Internacional Socialista. Es el nuevo modelo que tiene como punto de apoyo en los centros de poder, a un sector de la Masonería, que busca una sociedad secularizada, macroecuménica, laicizada, relativista...