* ¿NO QUE “PACTARÍA” CON EL NARCO SI GANABA LAS ELECCIONES?
* EN DESPRESTIGIO, LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL PANISTA VS PEÑA NIETO
* LUCHA VS LA DELINCUENCIA POLÍTICA ORGANIZADA DENTRO DEL PROPIO SISTEMA
De JOSÉ A. PÉREZ STUART
Durante la agresiva campaña que sobre todo el PAN lanzó contra el PRI y el entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto, a través de la radio, la prensa, la televisión, las redes sociales electrónicas y los debates celebrados en los más diversos foros y niveles, se repetía hasta el cansancio:
* ”Si gana Peña Nieto, quedará demostrado que el PRI controla los cárteles del narco, y como prueba de ello cesará de inmediato
la violencia en el país”.
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* ”Si gana Peña Nieto, ya no se combatirá a los capos del narco, pues Peña Nieto se sentará a negociar con ellos”.
* ”Si gana Peña Nieto, se repartirá el territorio nacional entre los cárteles y así cesarán los enfrentamientos, ”Paz a cambio de impunidad de los grandes capos”.”
* “Si gana Peña Nieto, ningún corrupto será tocado, pues “el PRI es sinónimo de corrupción”.”
* ”Si gana Peña Nieto, no serán aprobadas las reformas estructurales que el país tanto necesita, pues los intereses que representa, no le permitirán que los afecte”.
Todos, cuando menos los que tenemos memoria, recordamos esos y otros muchos slogans más, a partir de los cuales se estructuró la campaña electoral del PAN en los pasados comicios presidenciales.
La campaña fue, en verdad, agresiva. No se discutían principios, ni plataformas políticas, ni proyectos de gobierno.
Vale la pena tomar en consideración lo anterior, y contrastarlo con la verdad –que en palabtras de Balmes no es sino “la realidad de las cosas”--, para corroborar varios factores que no pueden ser pasados por alto, sobre todo por la nueva generación de políticos, a quienes se les forma con una mentalidad partidista, poco analítica y con claros tintes ideológicos, esos que tanto critican los grandes pensadores católicos, la Iglesia, así como estudiosos de la ciencia política que recomiendan anteponer el ser, esto es, lo que la cosa es, al deseo, al interés, a la conveniencia, al imaginario colectivo.
La derecha panista, que trataba de asustarnos durante toda la campaña presidencial pasada con toda esa serie de amenazas, no ha terminado de comprender ya no sólo a los destacados impulsores del realismo filosófico, sino al propio Papa Francisco, quien desde el inicio de su Pontificado ha advertido que uno de los grandes riesgos de los católicos es precisamente el del autoelogio, el del narcisismo referencial, según ha dicho. Es decir, el empleo de argumentos circulares, a partir de los cuales se da como cierta una afirmación porque procede de nosotros mismos. Freud sufrió de ese pecado: a todos los que disentían de él o aportaban elementos basados en la evidencia empírica que por supuesto no concordaba con sus teorías pansexualistas, los hacía a un lado, los marginaba. Para él, era más importante mantener la “pureza” de sus creencias, que aceptar que las patologías no procedían del complejo de Edipo.
El hecho de que la derecha panista haya sido víctima de una desviación doctrinal, la ha llevado a encerrarse, a sumergirse, a pertrecharse en los endebles muros del propio Partido político, así como en el manoseo del pensamiento liberal de Gómez Morín, con el afán de obtener posiciones políticas y puestos de elección popular, para con ello simplistamente reducir el combate entre “los buenos” del PAN y “los malos” del PRI, sin tomar en consideración que, comenzando por el propio Acción Nacional, hoy por hoy ha quedado sepultado el principio de “lo dado por supuesto” y ninguno de los contendientes electorales es un corpus monolítico ni uniforme en su pensar y proceder.
El caso es que, si queremos auténticamente formar generaciones lúcidas, lo primero que debemos partir es de la formulación de análisis realistas sobre la realidad, alejados de todo tinte ideológico, de todo apego partidista, y por el contrario, permitiendo el rejuego de escenarios –un tanto como Nash lo desarrolló con brillantez ezqusofrénica en su Teoría de Juegos–, que finalmente impide la robotización de los actores políticos en la mesa de análisis estratégico.
Lo anterior lleva al infantilismo político de considerar que las personas son buenas ó malas, o bien honestas ó deshonestos, simplemente por su militancia panista ó priísta. “Ah,,,es priísta” “Ah…es panista”.
Porque es evidente, hoy por hoy, que la campaña de miedo que la derecha panista trató de infundir en los electores, ha quedado en el ridículo. A la luz de los hechos, esto es, de la realidad (que no es más que la verdad), los datos apuntan en un sentido completamente inverso:
1.- Enrique Peña Nieto es un Presidente de la República que está actuando como estadista, cuando menos hasta el momento: ninguno de los priístas y expriístas que ha hecho detener, ha sido por fobias sexenales, como el viejo sistema político tenía contemplado al inicio de cada sexenio, sino por evidentes casos de corrupción, de auténtica delincuencia política organizada.
2.- Los casos de Elba Esther Gordillo y toda la investigación en torno a OCEANOGRAFÍA, han puesto al
descubierto una toda una Familia de delincuentes políticos en los que los apellidos Gordillo Morales, Zedillo, Gómez del Campo, Gil Díaz, Gamboa y demás, operaban empresas a través de meros testaferros que se encargaban de aparecer como “consejeros”. Jugosos, multimillonarios negocios eran la materia prima de esas firmas…intocables durante los dos sexenios que, para colmo, supuestamente gobernó el PAN.
3.- Los grandes representantes del corporativismo corrupto del país, no fueron eliminados durante los dos sexenio panistas, sino que por el contratio, fueron pública, cínicamente sostenidos, al quedar asentados sobre ellos la estabilidad de Fox y de Calderón.
4.- Pleitos entre los participantes de ese forma de crimen
organizado, permitieron conocer la forma de procveder de Elba Esther Gordillo para financiar tanto al PANAL como sus caprichitos personales. Pero el Presidente de la República en turno no movió un solo dedo para investigar y procesar a los delincuentes. Por el contrario, los protegió. Les otorgó posiciones políticas…¡y hasta se “alió” electoralmente con el PANAL, en ese afán de retener el poder!
5.- El gobierno de Felipe Calderón arriesgó a cientos de miles de mexicanos y 80 mil fallecieron. ¡Pero curiosamente nunca detuvo, en el estado donde nación, Michoacán, a ninguno de Los Templarios! ¡Nunca puso fin a la explotación minera que controlaban los cárteles en dicha entidad! ¡Nunca “se dio cuenta” de que Los Templarios manejaban el importantísimo puerto Lázaro Cárdenas, para intercambiar riqueza minera nacional por armas y equipo para el procesamiento de estupefacientes!
6.- Durante dichos sexenios…¡nunca detuvieron a El Chapo Guzmán!
7.- Inventaron quye habían liquidado a uno de los capos de la droga…que seguía operando a sus anchas, hasta que el gobierno de Peña Nieto acabó con él.
8.- ¿Por qué nunca se atrevieron Vicente Fox o Calderón a
meter a la cárcel a algún gobernador corrupto, ya fuera priísta o panista?
9.- Peña Nieto ordenó la detención de Granier, y ahora la del gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna. ¡Felipe Calderón no se atrevió a meter a la cárcel a todos los implicados perredistas en el narcotráfico dentro de Michoacán! Prefirió mantener la alianza con el PRD, contra el PRI, que aplicar la ley y restablecer la legalidad en su propio estado natal. El colmo.
La actuación de Peña Nieto no ha sido fácil. El mismo ha tenido que luchas a contracorriente dentro de su propio Partido, a grado tal que para VERDADERAMENTE enfrentar al narcotráfico, tuvo que enviar a uno de sus hombres de mayor confianza para tratar de poner el orden, ya que el gobernador electo y el interino, no actuaban en favor de los intereses nacionales, sino los del narco.
¿O no es acaso cierto que Grupos de Autodefensa, protectores a su
vez de oytros cárteles del narco, son dirigidos por miembros de un sector de la Masonería, como es el caso de José Manuel Mireles Valverde, que incluso fue respaldado por funcionarios menores en este sexenio, pero Peña Nieto los ha tenido que enfrentar para restablecer el orden constitucional? Las fotografías en las que luce su anillo masónico, no dejan lugar a dudas y evitan cualquier discrepancia. Y si él lo ha expuesto, es por algo. Por lo pronto, ya Miguel Angel Osorio Chong tuvo que decir: sin importar militancia partidista o cargo público, se indagará hasta el final. Veremos.
La duda, por lo tanto, es: ¿qué sería hoy de México si no
hubiera ganado Peña Nieto? ¿Sabríamos los mexicanos de la corrupción de OCEANOGRAFÍA, por ejemplo? ¿Se habría detenido a El Chapo, que durante 12 años gozó de todo tipo de privilegios y hasta se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo? ¿Estaría en la cárcel Elba Esther Gordillo, que era el sostén de Fox y Calderón?
Frente a los hechos, la derecha panista a ver con qué argumentos nos sale. O es capaz de admitir la realidad…o seguirá sufriendo el Síndrome del Murciélago: la luz, la verdad, la realidad, la ciega.
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