* ¿ CÓMO OPERA SU PROCESAMIENTO DE LA REALIDAD EXTERNA ?.
* ENVIDIA, RENCOR Y TIRANÍA DE LÓPEZ.
De JOSÉ A. PÉREZ STUART.
El estado emocional del Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador parece empeorar, día con día, y las causas de su malestar son evidentes:
1.- Todos los muestreos realizados por los especialistas, confirman una caída significativa en sus niveles de aprobación y popularidad entre los mexicanos.
2.- Durante su gestión como Presidente de México, los indicadores económicos muestran una significativa elevación del desempleo, del encarecimiento de la vida...
3.- De la misma manera, la población mexicana eleva su malestar porque se han incrementado los índices de la narco - violencia, de las ejecuciones callejeras, de los linchamientos, de los secuestros...
4.- Su estrategia de falsa austeridad (esto es, de recortar recursos en obras sociales para destinar multimillonarias cantidades de dinero a sus proyectos personales, como el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía y Petróleos Mexicanos), ha dejado a hospitales sin medicamentos y sin doctores y enfermeras suficientes para atender a la población demandante de atención...
5.- Las graves consecuencias de las medidas dictadas por López en el ámbito hospitalario llevaron al director del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social), Germán Martínez, a renunciar a su cargo apenas el martes 21 de mayo y a denunciar públicamente el daño que están sufriendo los enfermos, los médicos y las instituciones de salud del país.
6.- Otra baja formal se produjo en la SEMARNAT (Secretaría del Medio Ambiente y recursos Naturales), cuando so pretexto de la denuncia pública por el simple retraso en el despegue de un avión comercial, la titular de esa dependencia habría dejado el cargo. La "renuncia" por dicho motivo no es creíble, ya que otros funcionarios de la administración de AMLO, cometiendo perjuicios gravísimos a la ciudadanía y/o a la economía nacional, no se han visto obligados a abandonar el cargo. La separación de Josefa González Blanco, en medio todavía de las consecuencias de la del director del Instituto Mexicano del Seguro Social, profundiza la crisis dentro del gabinete de López, afectado por las versiones de que 3 miembros más le han renunciado (Alfonso Romo, Marcelo Ebrard, Olga Sánchez Cordero), precisamente por el carácter explosivo de Andrés Manuel.
En síntesis: el deterioro que está sufriendo México es considerable. El descontento popular crece. Los indicadores económicos caen. Y López, cuyo discurso político sólo encrespa pero no le alcanza para revertir las efectos negativos de sus decisiones económico-políticas, comienza dar muestras de desvalimiento.
Ha llegado a tal grado su aparente desazón, que incluso ya anticipó que ante el posible retorno de esa fantasmagórica "Mafia del Poder" que revolotea en sus constructos psíquicos, está tratando de apresurar los cambios revolucionarios, en su intento --también imaginario--, de que "no se pueda dar marcha atrás" en lo que él dicta, ordena e impone mediante la llamada Dictadura Parlamentaria del Proletariado, ejercida por los diputados y senadores del nuevo Partido-Gobierno mexicano, "MORENA".
Y digo que es fantasiosa su pretensión porque, como él mismo lo ha experimentado en los últimos meses, ningún cambio impulsado por un Presidente y aprobado por el Congreso...es eterno o inamovible.
Es decir, haga lo que haga, consiga lo que consiga por la vía parlamentaria, ninguna de sus decisiones, ninguna de sus "reformas", será eterna. ¿ O no es cierto que él mismo, junto con el nuevo Partido-Gobierno, ha quitado o derrumbado Reformas, Programas y/o Proyectos que el anterior gobierno mexicano, de Enrique Peña Nieto, quizá consideró "definitivos"?.
Así que AMLO se engaña y pretende reiteradamente engañar a los mexicanos que aún creen en él, los llamados "chairos", con eso de que está haciendo cambios, modificando leyes...con rapidez, ante la posibilidad de que su fantasmagórica "Mafia del poder" retorne a la Presidencia y pretenda revertirlos.
Pero la verdad es bien distinta: es decir, por rápido que impulse, apruebe y ponga en funcionamiento sus proyectos...¡ nada ni nadie garantiza que perdurarán, llegue quien llegue al poder en el sexenio próximo !.
La velocidad, la rapidez, no tiene nada que ver con la duración, la viabilidad, la pertinencia de todas las medidas -para desgracia suya y de todos los mexicanos-- que ha estado asumiendo. Bajo las reglas del constitucionalismo emanado de la democracia liberal, la perdurabilidad de las leyes está en manos del Congreso y no en la velocidad, o la rapidez con que se aprueben y/o entren en vigor.
Perdurabilidad, vigencia (de una ley) y velocidad, rapidez (con que se haya puesto legalmente en vigor), no son sinónimos. Aunque así lo crea o pretenda hacerlo creer López a su audiencia chaira.
¡ Pero así opera la mente de López Obrador !. Y con esa misma lógica simplistamente binaria, va realizando mentalmente sus constructos políticos. Así es como él va creando psíquicamente sus enemigos y, consecuentemente, las luchas contra ellos. Son los molinos de viento a los que López va combatiendo, cual gigantes contrincantes.
Vital es tomar en consideración este proceder mental de López, este procesamiento interno que realiza de la realidad externa, porque detrás de la sucesiva descomposición social, económica y política que ha estado sufriendo México desde que asumió la Presidencia de la República, se encuentra precisamente lo que podría denominarse "la mentalidad" de AMLO. Su estilo personal de gobernar. La forma de tomar decisiones, y el fondo de las mismas.
De tal suerte que conforme avanza el tiempo y más evidente es su fracaso como gobernante, más agresivo se vuelve su discurso público. Algunos podrían alegar que López hace uso de aquél estratagema de que "la mejor defensa es el ataque"...pero lo cierto es que lo que su proceder evidencia, cada día con mayor nitidez, es la aparente psicopatología que lo afecta: el Masoquismo Narcisista Sádico, como puede cualquiera constatarlo al conocer las evidencias empíricas que así lo acreditan. Ver aquí (López Obrador: un masoquista narcisista sádico) y aquí (El Transformer psíquicio de AMLO: del masoquismo moral al suicidio sádico. (ll y última parte)
).
Y es precisamente dentro de tal contexto psicopatológico, que cobra importancia su advertencia, su anuncio, anticipando el supuesto regreso de la fantasiosa "Mafia del Poder".
En efecto, esa declaración, ubicada en el presente económico-político de México, lo que más bien parece estar poniendo en todo caso de manifiesto es el estado emocional que está ya padeciendo López. Nos estaría permitiendo conocer, descubrir, su proceso de comprensión de la realidad exterior, esto es, de aquello que le rodea, preocupa y afecta. En otras palabras, cómo está procesando en su fuero interno los fracasos estridentes de su gestión como gobernante. O sea, lo que parece ser el choque entre la realidad exterior y su realidad interior, psíquica. Lo que él ve, frente a lo que auténticamente es, sucede, existe.
Y es así que, en base al resultado del análisis realizado previamente en torno al comportamiento de AMLO (y publicado en este espacio en dos entregas), la declaración de lópez anticipando el regreso de su fantasmagórica "Mafia del poder", permite ver el retorno, la recaída de López en el estado mental del líder fallido. Derrotado. Vencido. Intimamente abatido. A pesar de su sadismo y su consecuente discurso agresivo.
En efecto, su forma de procesar una realidad que le es totalmente adversa, psíquica, psicoanalíticamente en apariencia lo hace retornar a los orígenes del Masoquismo Narcisista Sádico que sufre: es decir, a un tierno desvalimiento interno, íntimo, que le habría generado un proceder masoquista, como defensa frente a una presunta realidad externa constituida por personajes o situaciones vistas íntimamente por él como invencibles, que lo aplastaban, que se mostraban siempre superiores a él, y ante los que finalmente habría optado por rendirse "placenteramente".
Es decir, tal y como la clínica psicológica y psicoanalítica demuestran continuamente, hay personas que durante su infancia y adolescencia, para evitar el sufrimiento que les causaba el nunca poder acceder, gozar a determinados afectos personales, bienes o servicios; o bien frente a su incapacidad para poder vencer a personajes o situaciones adversos que las rodeaban, desde temprana edad empezaron a simular placer...sublimando el castigo, la reprimenda, la sanción, la derrota, la pérdida o la inaccesibilidad que padecían continuamente: "en fin que ni quería..." es, por ejemplo, la frase que desde niños emplearon frente a los demás, para simular y esconder el dolor, el displacer sufrido.
En su vejez, esas mismas personas -minusvaluadas en su infancia--, podrán espetar públicamente: "No es que yo no pueda, sino es que yo no quiero", para simular, para ocultar el dolor, el displacer que los lacera íntimamente.
-- "Es que yo soy el que no quiero vivir en Los Pinos...".
-- "Es que yo soy el que no quiero viajar en el avión presidencial".
-- "Es que yo soy el que quiero dormir en un catre dentro de Palacio nacional a partir del cuarto año de gobierno".
-- "Es que yo soy el que creo que no merecemos tener un Aeropuerto tan grandote y lujoso como el que se construía en Texcoco. Era dispendioso".
Constructos mentales que, defensivamente, se hacen públicos, pero que acusan, denotan restricciones, incapacidades, inaccecibilidades desde o en la infancia, y le recuerdan --como producto de la minusvaluación que sufrió, y la autodesvalorización que padece--, que "no debo" poseerlas, "no son para mi", pues en la memoria subyace un estado de limitaciones, de carencias, de desvalimiento, que envolvió, rodeó, minusvaluó tempranamente a la persona. Yo las anhelaba, pero para ocultar, para aminorar frente a los demás el displacer que me generaba el no tenerlas o el no poderlas vencer, entonces empecé a elaborar constructos mentales que ante los otros exhibía como decisiones propias, como limitaciones decididas, supuestamente en aras de un bien mayor. Así, mi sufrimiento interno pasaba a ser públicamente suplantado por un dizque acto heróico, ascético, que buscaría significarme, distinguirme frente a todos los demás. "En fin que ni quería...".
Todo este proceder mental que anida en los masoquistas - narcisistas, parece operar en López, que recae, retorna, como lo he expuesto en análisis anterior, al patrón psíquico no "de un "Presidente fuerte", sino la de un "Presidente en autoflagelación permanente".
"No es, a la luz del mexicano medio, un Presidente Macizo, sino un Presidente Débil que no lo puede todo (...)." (1)
El asunto de fondo, entonces, es saber si serán 6 años de pesadilla o existe remedio, cura para López. Es decir, si será posible esperar un cambio positivo en él. Para su bien y el de todos los mexicanos.
Profesionalmente es difícil responder con certeza tal interrogante, por los siguientes motivos:
* López tendría, primero, que admitir que requiere ayuda profesional. Es un proceso similar al que se vive en Alcohólicos Anónimos: lo primero que debe reconocerse es que se tiene un padecimiento, y segundo, de que por sí mismo no se puede salir del problema y es necesaria la ayuda y el reconocimiento de alguien alguien superior.
* En segundo término, acudir a un analista.
* Tercero, perseverar en el proceso psicoterapéutico, que ciertamente, como la experiencia lo muestra, puede llevar años.
Al margen, sin embargo, de tales consideraciones, existe cierto testimonio del propio López, que demuestra que parece estar consciente de una conflictiva tierna, primigenia, en el ámbito casero, que habría tenido influencia en su forma de percibir, de interiorizar, de digerir, de procesar la realidad. De tal manera que no se si como un intento personal profundo de "hacer catarsis", de expulsar lo que lleva guardado, él mismo quiso expresar, revelar "el nacimiento de AMLO relatado por él mismo". Conocer lo que él dio a conocer, permita adentrarse en la problemática psìquica que enfrenta.
Como cualquier puede ya observar de inmediato, el término clave es "el nacimiento de AMLO...". Y él énfasis que él mismo hace en pretender contar, revelar "en lo íntimo...personal" (sic) su propio nacimiento.
En efecto, cuando él decidió referirse a sus orígenes, a su propio nacimiento, puso en claro que enfrentó una conflictiva familiar. En otras palabras, que desde antes de nacer, es más, en pleno trabajo de parto, López experimentó un de choque de fuerzas. Lo que declara AMLO no tiene desperdicio, para eferctos psicoanalíticos:
"AMLO: Pues como te voy a contar mi vida, vamos a empezar por el principio…
"A: Ya está grabando…
"Silencio. Ruido de crujido de sillón.
"AMLO: En lo íntimo… personal… soy originario de Tepetitán, Macuspana; aunque realmente nací en Macuspana, porque mis padres vivían en Tepetitán, pero mi madre se alivió en Macuspana, en la clínica que había en aquel entonces, en la clínica del doctor Pinzón.
"JA: ¿Luis Pinzón?
"AMLO: Creo que sí. En Macuspana solo había dos médicos en 1953: el doctor Pinzón y el doctor Falcón. Como yo era el primero de los hijos, creo que se dificultó el parto o se precipitaron mis padres, o por alguna razón reunieron a los dos doctores, que no se llevaban, para que mi madre diera a luz el 13 de noviembre de 1953.
"JA: ¿Estaban peleados los dos doctores?.
"AMLO: Sí, no se llevaban… Ya para entonces, como te digo, vivían mis padres en Tepetitán porque mi abuelo materno era comerciante. Mi madre, de soltera, se había dedicado también al comercio y era la que atendía la tienda. Mi abuelo fue migrante español; llegó a Frontera, Tabasco, en 1913. Era de origen cantábrico, nació en un pueblo que se llama Ampuero, en aquel tiempo provincia de Santander; ahora es de la región cantábrica, limítrofe con el País Vasco.".
Es decir, desde antes de que viera la luz, López estuvo inmerso en una situación de choque, de conflicto, que la tiene sin embargo presente, que está latente en su memoria. No la ha superado. No la ha pasado por alto, ni tampoco trató de ocultarla al entrevistador. Supo de la existencia de ella. Y la tiene ahí. Y por algo la menciona. Si él mismo no le diera importancia, si no hubiera tenido trascendencia alguna, habría pasado al olvido y, por supuesto, no se habría referido a ella. Pero lo hizo. Y lo hizo porque segundos atrás había advertido al entrevistador que "Pues como te voy a contar mi vida, vamos a empezar por el principio…En lo íntimo...personal..." (sic).
"En lo íntimo", dice.
Es decir, en lo que se lleva dentro, pues.
Y lo íntimo es lo que se guarda, se custodia, se protege, se encubre. Lo que se mantiene reservado. Lo que deliberadamente no quiere hacerse público, del conocimiento de otros, de los demás. Julia Kristeva lo expone a su manera, así:
"El término procede del latín intimus, superlativo de interior, o sea: lo más interior. Lo íntimo, aunque abarque lo inconsciente, no parece reducirse a él sino desbordarlo ampliamente.
"Postulemos que lo íntimo es lo más profundo y lo más singular de la experiencia humana. Admitiremos entonces que es identificable con la “vida del espíritu”, es decir con la actividad del yo pensante –tal como después de Descartes es definido por Kant y, de manera mucho más negativa o dialéctica, por Hegel–por oposición a la acción, social o política.
"Sabemos además que esa misma tradición filosófica considera otra intimidad, que para la opinión general está más próxima al sentido fuerte de la palabra “íntimo”. Se trata de esa interioridad que los griegos llamaron “alma” (psukhê) y que se define por sus proximidades con el cuerpo orgánico así como por las sensaciones preverbales. Esta última interioridad es la que el psicoanálisis rehabilitará de una manera escandalosa." ( La revuelta íntima. Literatura y psicoanálisis ).
Por ello, con propiedad, puede decirse que AMLO atisbó una radiografía de sí mismo. Radiografía es el término correcto porque finalmente revela algo no está a la vista, que no es evidente. Que constituye, en última instancia, la causa del malestar, de lo que le aqueja a uno. Lo que verdadera, auténtica, causalmente, explica los signos; pero también los síntomas.
Así, inconscientemente, López, al emplear el término "íntimo" y hacer referencia a la conflictiva de su nacimiento mismo, trajo a la luz, sacó de la esfera más profunda, un elemento, una muy temprana experiencia de vida que presumiblemente coadyuvó a "marcarlo", para decirlo con un término común. Un enfrentamiento. Dos fuerzas en pugna, en el momento más dramático para todo ser humano: su alumbramiento. ¿Un choque familiar? ¿La confrontación entre los temperamentos dispares de la madre y del padre? Médicos "que no se llevaban", enemistados, interviniendo al mismo tiempo en la sala de parto quizá con pareceres igualmente contrapuestos, en tan trascendental momento...
El escenario resultó peculiar, poco tranquilizador: el momento crucial para él, su nacimiento, el ver la luz, se produjo en un ambiente de conflicto. Experiencia que permite conocer que desde su "alumbramiento", pues, se movió entre dos fuerzas, si no opuestas, cuando menos, cuando menos...dispares.
La imagen del padre de López (como lo expuse en el análisis previo a éste), y la posición de sus manos (en fotografías que se han divulgado de él y algunas de las cuales reproduzco), reiteradamente muestran un hombre no conflictivo ni rijoso. Y otra fotografía familiar tomada tiempo después, con su esposa e hijos, pero en una posición de desvalimiento, reafirma el carácter bonancible, no temperamental del jefe de la casa. Y es precisamente con dicha imagen con la que inconscientemente se identificaba en forma plena el joven Andrés Manuel. El Andrés Manuel joven. Son idénticos. Sus expresiones faciales son elocuentes. Pero ciertamente, como en otro análisis expuse, con una profunda diferencia entre ambos, entre AMLO y su papá: Andrés Manuel muestra rasgos que lo evidencian como resistente a la escucha, al consejo...en contraste con la notoria capacidad receptiva de su progenitor. Al tiempo, esa temprana identificación de Andres Manuel con su padre, se modificó profundamente. Y se produjo un distanciamiento brutal: uno colérico, el otro ecuánime. Uno sádico, el otro tranquilo y tranquilizador.
Tanto en la fotografía donde aparece sola como en la que está con sus hijos ya adultos, la madre de Andrés Manuel refleja firmeza, solidez. Lo dije la vez anterior: fina, guapa, y con lo que a nivel popular se denomina una persona (una mujer, en este caso) "de carácter". Un pasaje igualmente exteriorizado por López permite corroborarlo, al tiemopo que da pistas adicionales, que tampoco pueden ser pasadas por alto en torno al psiquismo actual de AMLO. Dijo en la entrevista:
El padre, enmarcado. |
"AMLO: Entonces, te decía, mis padres se conocen en Tepetitán en el 51 y se casan en el 52. Mi padre deja el trabajo de Pemex y por la influencia de mi madre se dedica también al comercio, pone también una tienda en Tepetitán. Somos, éramos, siete hermanos… murió uno. Los tres mayores nacimos en Macuspana. Yo soy el mayor; mi hermano José Ramón, el que falleció, el segundo; José Ramiro, el tercero; Pedro Arturo y Pío Lorenzo ya nacieron en Tepetitán, pero con parteras. Nos llevamos un año los cinco primeros hermanos, y los dos últimos son gemelos. De Pío Lorenzo a Candelaria Beatriz y Martín Jesús pasaron como cinco años y mi madre los tuvo en Villahermosa."
Ella, pues, convence al que sería su esposo, de dejar PEMEX y mejor dedicarse a la actividad comercial. Él pierde, pues, sus seguridades y emprende una actividad de riesgo. Deja de ser empleado, con todos los beneficios que ello entraña (y entrañaba) y se lanza a la aventura de la actividad comercial independiente. Él, seguramente, profundamente enamorado. Lo deja todo, lo abandona todo, por ella. El sólo había llegado a esos lares como empleado de PEMEX, y terminó "quemando sus naves" ahí.
Ahora bien, más allá de la identificación inicial de Andrés Manuel con una posición varonil de desvalimiento, palabras adicionales por él empleadas permiten ahondar en su psiquism; es decir, en la forma como elaboró interna, mentalmente, su propia ubicación personal dentro del entorno familiar.
En efecto, él expresó:
"Nos llevamos un año los cinco primeros hermanos...".
Esta circunstancia conduciría a la consideración de que tuvo una limitada atención paterna personalizada, con efectos de carácter afectivo tanto en Andrés Manuel como en los cuatro hermanos que le siguieron.
Es decir, la estrecha continuidad en los nacimientos, presumible, seguramente impactó en los lapsos paternos de cuidado individualizado, lo que a su vez habría repercutido en la ubicación del uno frente al otro en el ambiente, en la estructura familiar; en los sabores y sinsabores para obtener, para llamar la atención de los progenitores, y en los recursos que cada uno de los hermanos tuvo que emplear para tratar de validar su posicionamiento dentro del ambiente doméstico, empezando por él, como "el mayor" de todos.
Un elemento que tampoco puede pasaerse por alto es el referente a su vínculo con su mamá, con el pecho materno. ¿Hubo amamantamiento? ¿Cuánto tiempo duró? ¿La producción de leche fue suficiente o se cortó de tajo? ¿Cómo fue el proceso de su destete?.
De la misma manera, ¿cómo se procesó internamente, dentro de la familia, la muerte de su hermano, el segundo, el que le seguía? ¿Cómo fue su proceso de duelo?. Se sabe que la familia se trasladó a otro localidad para vivir y afrontar el pesar por la pérdida, pero también que Andrés Manuel fue el único que permaneció, para continuar sus estudios a nivel Preparatoria. Es decir, aparentemente no tuvo acompañamiento en el proceso de duelo. El sucesos se produjo en 1968, cuando Andrés Manuel tenía 15 años de edad. El portal "Nación 321" expone:
" Una tarde, mientras cuidaban la tienda de ropa, Ramón —de 14 años— encontró un arma de fuego que su padre había recibido como pago por una deuda. El hermano de AMLO retiró el cartucho del arma y comenzó a jugar con ella. Sin embargo, la pistola resbaló de sus manos y al caer disparó la bala que aún tenía, la cual le atravesó la cabeza. Desde la caja de la tienda, Andrés Manuel observó la escena, de acuerdo con la obra publicada bajo el sello editorial Temas de hoy de Editorial Planeta.
"Zepeda Patterson también señala que tras la muerte accidental de su hermano Ramón, Andrés Manuel se volvió "taciturno, mucho más reflexivo". Después de dicho suceso, la familia López Obrador decidió dejar Villahermosa, aunque el Americano, como apodaban a AMLO en esa época, se quedó en esa ciudad para cursar la preparatoria."(2)
Por otra parte están las declaraciones formuladas por su hermano Arturo, en pleno proceso electoral pasado (2018), y que para efectos de este análisis reproduzco al final, las cuales resultan ilustrativas porque, con toda anticipación, advirtió el carácter tiránico de Andres Manuel. Y le recrimina algo que hoy es notorio: la pretensión de AMLO porque todos piensen lo mismo que él, a riesgo de descalificar al que no lo haga.
Las afirmaciones de Arturo no tienen desperdicio porque advertían lo que hoy enfrentan los mexicanos. Lo que era en lo familiar, hoy lo es en lo nacional. El tirano de la familia, hoy es el tirano de México.
Así que frente a un presumible esfuerzo individual de carácter intrafamiliar por sobresalir; por ser tomado en cuenta; por alcanzar preminencia; por posicionarse entre el cúmulo de hermanos nacidos en lapso tan estrecho; por capturar la atención y el cariño paternos, ¿un pequeño Andres Manuel --sintiéndose quizá desvalorizado, minusvaluado, desvalido para obtener afectos y atenciones, e incapacitado en medio de la problemática económica doméstica para allegarse de bienes o servicios que él estimaba importantes--, empezó así, tiernamente, a elaborar los constructos mentales que hoy lo significan?.
* ¿Acaso ahí empezó a cocinar lo que hoy se presenta como un claro ejemplo de masoquismo de carácter defensivo, para mediante él tratar de ganar la atención, el aprecio paterno y sobresalir frente al resto de los hermanos?.
* ¿Las limitaciones económico-afectivas tempranas que sufrió, le llevaron a desarrollar un presumible complejo de culpa, que le impulsa a rechazar bienes y servicios...a los que "no debe" acceder porque bajo su lógica "sólo son para los ricos", para los de su fantasmagórica "Mafia del Poder"?.
* Llimitaciones, inaccesibilidades que tuvo, seguramente lesionaron, impactaron su narcisismo. Y el narcisismo de Andrés Manuel lo expuso su hermano: "Él es, desde su particular punto de vista, la persona más inteligente que hay en México...".
Narcisismo puro. El nunca se equivoca. El lo sabe todo.
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* Sí, pero ese narcisismo golpeado durante su infancia-adolscencia, ¿es al mismo tiempo el creador de su sadismo, de ese rencor, de esa envidia, de ese odio que parece transmina su discurso agresivo ordinario y lo impulsa a bajar salarios, a quitar prestaciones, a desemplear a miles de servidores públicos y a no permitir que nadie gane más dinero que él?.
Cercano a los 70 años de edad...
Con el ejercicio del poder presidencial a límites nunca antes vistos...
Y luego de la implementación del viejo truco del "Carro Completo" que le garantiza la aprobación de todos sus quereres y pareceres en el Congreso...
¿Alguien cree que Andrés Manuel López Obrador podría admitir un presunto masoquismo narcisista sádico; la conveniencia de un análisis profesional y la necesidad de buscar un cambio, una mejoría en su psiquismo?.
Por estar “Lleno de envidia y rencor”, hermano de AMLO no votará por él.
MAYO 27, 2016.
Arturo López Obrador respondió a su hermano y dijo que quien siempre ha desentonado en su familia es Andrés Manuel, quien, señaló, “está lleno de envidia y de rencor”, es egoísta y tiene comportamientos de “tirano”, y además dijo que no votará por él en 2018.
“Dice que desentonamos, que somos aspiracionistas y descalifica a todos los hermanos (…) Hablando las cosas como son, el que siempre ha desentonado es Andrés Manuel”.
En entrevista radiofónica Arturo indicó que “Desde hace muchos años nosotros ya no estamos con él porque está lleno de envidia, de rencor, desafortunadamente es ególatra, egoísta y él sabe por qué lo digo”.
Todo lo anterior en respuesta al mensaje que publicó en Facebook Andrés Manuel López Obrador, presidente de Morena, quien, luego de que Arturo manifestó su apoyo al candidato priísta en Veracruz, dijo que en la familia “siempre hay alguien que desentona” y que por eso ya “no tenía hermanos”.
Arturo respondió diciendo que Andrés Manuel está molesto con él porque está apoyando al candidato de la alianza para Mejorar Veracruz, el priísta Héctor Yunes Landa, pero dijo que ya está grande para apoyar al aspirante en quien confíe.
“Yo sólo hice un pronunciamiento a favor de Héctor Yunes porque es el candidato que mejor preparado está para llevar los destinos de Veracruz, yo no me quiero subir al ring con mi hermano.
“Ya estamos grandes para apoyar al candidato que se acerque más a nuestro corazón y a nuestra fe, a quien nosotros confiamos”, dijo.
También expuso que si su padre viviera, no aceptaría su comportamiento “tan radical, de fundamentalista y de tirano”.
Arturo agregó que él no tiene la culpa de que el candidato de Morena en Veracruz, Cuitláhuac García, sea una persona “tan gris” en Veracruz.
“Yo le preguntaría a Andrés… que nos explique quién eligió a Cuitláhuac (…) ¿quién conoce a Cuitláhuac García? No lo conoce nadie (…) ¿Por qué Cuitláhuac es tan mentiroso? Lo reto a que muestre esos títulos que dice que tiene, porque ni siquiera puede mencionar tres libros… Yo creo que el único libro que lee es el libro vaquero”.