sábado, 19 de diciembre de 2009

"¿Y El Chapo...Apá?"









PORTAFOLIOS




 * NARCO: DETENER O ELIMINAR CAPOS NO ES SOLUCION


 * SIN BELTRAN LEYVA, ¿SE FORTALECE "EL CHAPO" GUZMAN?


 * MEXICO PONE LOS MUERTOS; EU, LOS CONSUMIDORES




DE JOSE A. PEREZ STUART 




Festinar, como se ha hecho, el asesinato del jefe de uno de los tantos cárteles de la droga que operan en México, es la mayor demostración del peligroso renacimiento del temido México Bárbaro.

Es decir, al ponerse en funcionamiento el combate oficial a balazos contra bandas de narcotraficantes, se ha pasado en México de festinar la detención de los cabecillas; el desmembramiento de las bandas y el decomiso de producto...a festinar el asesinato de los capos intermedios. 

En otras palabras, durante el presente gobierno, paulatinamente México ha ido estirando a tal grado las cuerdas al violín, que se ha rebasado ya la línea que separa el combate a la delincuencia de lo que es la revancha, el desquite, la vendetta.

Expliquémonos:

Entendemos que el objetivo de un gobierno no es asesinar a los cabecillas intermedios de las bandas de narcotraficantes. Entendemos, por el contrario, que el objetivo es mantener la paz y la seguridad sociales y crear las condiciones generales para la promoción del Bien Común, entre otras cosas mediante el combate firme y sostenido contra la delincuencia en todos los órdenes.

En el caso que nos ocupa, el sólo combate a balazos contra las bandas encargadas de la distribución y venta al mayoreo, tiene el grave inconveniente de caer en el mismo error que tiene  empantanados a los ejércitos occidentales en Afganistán e Irak, y al de Israel contra los palestinos: a pesar de que festinan el asesinato de los líderes a través de bombardeos, no pueden efectivamente ganar la guerra porque las bandas se multiplican, se autoreproducen, se autoregeneran. El jefe intermedio encarcelado o asesinado, es reemplazado por otro. 

El gobierno de Carlos Salinas de Gortari fue el primero que inició la guerra frontal contra las bandas de narcotraficantes y, sin contar con medios técnicos tan sofisticados como los que ahora se emplean, detuvo a capos intermedios que en otro tiempo habían operado con impunidad y hasta se habían dado el lujo de torturar y asesinar, por ejemplo, al agente estadunidense Enrique Camarena en la ciudad de Guadalajara. Tortura en la que, por cierto, de acuerdo a las autoridades estadunidenses que siguieron el caso y lo llevaron a los tribunales de su país, participó un cuñado del exPresidente Luis Echeverría.

Muchos creyeron, así, que con la sola detención de Ernesto Fonseca Carrillo (a) Don Neto, en 1985, y otros, como por ejemplo Miguel Angel Félix Gallardo y Rafael Caro Quintero, todo estaba terminado; y eso no fue cierto. Prueba de ello es lo que hoy estamos viviendo. Las bandas se multiplicaron, las jefaturas se hicieron más nebulosas para los servicios de inteligencia y el comercio y producción de la droga no sólo se mantuvo, sino que se incrementó a niveles multimillonarios nunca sospechados.

¿Y sabe usted por qué?

Simple y llanamente porque los gobiernos sólo se han dedicado a combatir los síntomas y no la causa

Los síntomas están representados por la producción, el procesamiento de las drogas, la conformación de bandas distribuidoras y comercializadoras.

La causa está en el consumo. Si no existiera demanda, aquellos síntomas no se presentarían. Y el consumo persiste y hasta crece porque la causa última es espiritual: la descomposición social derivada del menosprecio de la práctica virtuosa, el nihilismo rampante, la secularización, la multiplicación de divorcios, el vacío existencial de la modernidad, la destrucción de la familia...

Por tanto, el asesinato de Arturo Beltrán Leyva no puede ser festinado. La guerra a balazos no garantiza el éxito. Porque se pueden eliminar las cabezas, pero las redes siguen vigentes. Y la demanda persiste. Varios elementos son dignos de consideración:

1.- México sigue poniendo los muertos, pero fundamentalmente Estados Unidos sigue poniendo los consumidores.

2.- Insistimos en que lo que se requiere, para terminar con el baño de sangre, es una campaña integral --que no se ha implementado--, que tienda a evitar el consumo.

3.- Se necesita que se realicen acciones enérgicas también contra otros cárteles, pues el abatimiento de Beltrán Leyva --según se desprende de las mismas versiones oficiales sobre la conformación de los grupos y las subdivisiones existentes--, fortalece al de Joaquín Guzmán (a) El Chapo, considerado por la revista Forbes como uno de los hombres más poderosos ricos del mundo.

Así que la pregunta final sería como la del niño de la Chevrolet Cheyenne: "¿y El Chapo, apá...?"


perezstuart@gmail.com


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