domingo, 22 de septiembre de 2013

Dilema de México: Caciquismo Dogmático PAN-Cardenista...o Modernización

* TEÓLOGOS DE LA LIBERACIÓN, DEFENSORES DE LOS DOGMAS REVOLUCIONARIOS 


*  "LA CONJURA DE LOS PERDEDORES": PAN, CÁRDENAS, AMLO, PORFIRIO, CAMACHO


* QUIEREN UN "GOBIERNO" CENTRAL ACOTADO POR LOS NUEVOS CAUDILLOS (GOBERNADORES)


* ETERNIZARSE EN EL PODER...PRIMERO CON LA REELECCIÓN DE SUS ALCALDES IMPUESTOS


* NACIONAL-REVOLUCIONARIOS (PNR) Y CARDENISTAS (PRM), SIEMPRE CONTRA EL "PRI"






por JOSÉ A. PÉREZ STUART



1.- La declaración panista de que en materia fiscal va contra lo que sus dirigentes casineros llaman "la centralización" hacendaria, y

2.- La propuesta de sus presidentes municipales por querer eternizarse en el poder, vía la reelección, y

3.- La marcha realizada este domingo 22 de septiembre por parte de todas las corrientes revolucionarias de izquierda, incluidas, por supuesto, las de inspiración jesuítico-comunista...

Confirman la triple aseveración formulada en este mismo espacio, en el sentido de que;

A) Los principales enemigos de la auténtica modernización del país son los nuevos caciques, engordados económica y políticamente durante 12 años por Vicente Fox y Felipe Calderón, 

B) Que la Modernidad Tardía que promueve el PAN de los casineros, es una mera reversión histórico-política que pretende vender como novedoso...el modelo porfirista, en cuya estructura hegemónica territorialista se recargó el callismo para darle vida al Nacionalismo Revolucionario, y

C) Que el cardenismo ha decidido enfrentar a la corriente liberal-modernizadora que encabeza Enrique Peña Nieto, mediante la resurrección del Movimiento de Liberación Nacional, ahora conformado por la CNTE, la narco-guerrilla, la pleyade de grupúsculos
comunistas de carácter apartidista y las comunidades de base de la Teología de la Liberación, llevando como idiotas útiles a los católicos liberales del PAN. Prueba de ésto último que afirmamos es el hecho de que el jueves pasado hizo un llamado conjunto a los mexicanos  con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el obispo Raúl Vera López, Pablo González Casanova, Miguel Concha Malo, Miguel Álvarez Gándara y Mario Saucedo Pérez para “unirse y oponerse a las reformas Energética, Hacendaria, y Educativa” que propuso el Presidente Enrique Peña Nieto.
 
LOS TRES QUIEBRES SUFRIDOS POR EL
NACIONALISMO REVOLUCIONARIO Y LOS CARDENISTAS

El verdadero impedimento de fondo para la real modernización de México está constituido por el cúmulo de dogmas y mitos creados y sostenidos durante décadas por las facciones constituyentes de la Familia Revolucionaria, que para legitimarse institucionalmente en el poder a partir del Nacionalismo Revolucionario hecho Partido en 1929, se autoproclamaron defensoras del llamado "proyecto histórico de la Revolución". De tal suerte que tanto la continuidad de dicho "proyecto", como su "custodia", fueron argumentadas en forma reiterada para descertificar la disidencia en el país y, por el contrario, aprobar, autentificar, certificar, justificar, todas las acciones e instituciones calificadas de "revolucionarias". Así, el mero término "emanado de la Revolución", se convirtió en el passwword, en el canon de legitimidad para todos sus gobiernos y sus obras, muchas de los cuales fueron no sólo autoritarias, sino también contrarias a las auténticas raíces constitutivas de nuestra nacionalidad.

La estructura gubernamental-partidista nacional revolucionaria, que durante el gobierno de Lázaro Cárdenas recibió el injerto socializante, colectivista y corporativista, sufrió un triple quiebre, que constituye la raíz de fondo de la actual guerra que desde la izquierda y el PAN de los casineros, se libra contra Peña Nieto y la corriente liberal-modernizadora:

1.- La creación del PRI.- Para las corrientes Nacional-Revolucionaria y Cardenista, constituyentes del PNR y el PRM (Partido de la Revolución Mexicana), el PRI ha sido visto como una traición a su "proyecto histórico de la Revolución". El freno hecho por los priístas al anticlericalismo, a la socialización de la educación y al estatalismo, entre otras muchas cosas, no ha sido perdonada por los "custodios" de los dogmas revolucionarios. El cambio ideológico del gobierno estadunidense, con el triunfo sobre las Fuerzas del Eje en la Segunda Guerra Mundial, dio inicio al avilacamachismo, y luego al PRI, que enterró a los caciques, desplazó el Cuarto Sector militar del Partido en el poder y, en contra de la lucha de clases y el anticlericalismo, proclamó la búsqueda de la armonía y la unidad nacionales

2.- Las reformas emprendidas por Carlos Salinas de Gortari.- El segundo gran quiebre del "proyecto histórico de la Revolución" de los Nacional-Revolucionarios y el Cardenismo, vino con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, que luego de la reactivación que aquellos dos habían tenido durante los sexenios de Luis Echeverría y José López Portillo, asestó los más contundentes golpes al dogmatismo revolucionario que mantenía sumida al país en la ancianidad. Así, en tanto en el mundo se derrumbaba el Muro de Berlín y el sistema comunista se declaraba oficialmente derrotado, en México se mantenían los viejos esquemas cardenistas y nacional-revolucionarios. Por ello, Salinas de Gortari emprendió la más profunda transformación del sistema --al reconocer la mayoría de edad de los campesinos y darles la capacidad de decidir sobre el tipo de propiedad para la tierra que se les había entregado; estableciendo relaciones con la Santa Sede; reconociendo legalmente a las Iglesias y la personalidad jurídica a los ministros de culto religioso. Cambios modernizadores que no le fueron perdonados y pagó con el asesinato del Cardenal posadas, el asesinado de su candidayto presidencial Luis Donaldo Colosio; el de Francisco Ruíz Massieu; el estallido armado en Chiapas y una campaña de desprestigio contra él y su familia, calificada por los analistas de Inteligencia como un "linchamiento político".

(Zedillo no sólo enterró la modernización nacional, sino que para cubrir las aparentes deudas de su familia con la justicia en materia de narcotráfico, conformó un minimaximato de 18 años seguidos, después de haber nulificado la división de Poderes mediante el reemplazo de los ministros de la Suprema Corte de Justicia, a través de un Putsch televisivo el primer domingo de julio del año 2000, impuso a Vicente Fox en la Presidencia de México, Organizó una red de alianzas logiales que manejó a su antojo al país durante los sexenios del propio Fox y Vicente Calderón, y mediante jugosas sumas de dinero, distribuidas a través de los ductos del SNTE, se financiaban campañas electorales, se sobornaban gobernadores, se regalaban puestos administrativos y posiciones en el Congreso...en beneficio de cachorros de la Revolución, obviamente enemigos de la línea liberal-
modernizadora.- Por cierto, olvidábamos decir que a estos 18 años, a toda esta etapa llena de marrullerías, los panistas ingenuos le llamaron "transición democrática").

 3.- Y el tercer quiebre lo dio el triunfo de Peña Nieto.- A pesar de todas las operaciones que realizaron en las elecciones del 2012, como la "reingeniería electoral" que le dió el "triunfo" a Andrés Manuel López Obrador en el estado de Puebla, y que según el plan original de los conjurados, debió haberse replicado en diversas entidades de la República, para así impedir el ascenso de Peña Nieto a Los Pinos, finalmente ganó la corriente liberal-modernizadora. Su alianza con la facción revolucionaria neocardenista de Hidalgo no le ha dejado grandes dividendos, como ha quedado de manifiesto. 

Una y otra vez, los Nacional-Revolucionarios y los Cardenistas, han intetado reasumir la conducción política de México, sin éxito. Como diría Ricardo Alemán el mismo domingo 22, conforman "la conjura de los perdedores". Y ahí están otra vez, como cuando se opusieron a la candidatura de Carlos Salinas de Gortari, muy de la manita, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, Manuel Camacho Solís. Junto con los de la CNTE, las comunidades de base de la Teología de la Revolución, las facciones comunistas apartidistas, etc, etc, etc.

La pecualiaridad es que ahora llevan, como cola de ratón, al PAN.

Al PAN de los casineros.

Un PAN que los católicos liberales que lo conforman, abrieron "inteligentemente" a los nacional-revolucionarios y cardenistas, y mediante la oposición abierta a Peña Nieto y las reformas constitucionales que éste pretende, ensayan el arribo de un "Gobierno de Coalición" a Los Pinos para el 2018, al más puro estilo sincretista, y donde compartirían posiciones con los cardenistas, los nacionalistas revolucionarios, los comunistas puros de la CNTE, los narco-guerrilleros, etc. 

Por lo pronto, el PAN de los casineros insiste en sus pretensiones para reimponer en México la Modernización Tardía:

1.-  Oponerse, como lo hicieron los caciques antes y después de la Revolución, a la "centralización" hacendaria. ¡Al rato van a reinstalar las alcabalas...!

2.- Así, mediante el libre manejo de fondos públicos para la "Educación" y el Seguro Social, seguir beneficiandose y enriqueciendo a sus prestanombres, con obras y compra de material con sobre-precios

3.- Pero también así, para mantener el manejo del sindicato magisterial en su beneficio. Seguir empleando a los profesores como promotores del fraude electoral. "Casilleros" el día de las elecciones.

4.- Promover la reelección de los alcaldes, para con ello perpetuarse en el poder. Consolidar los cacicazgos regionales. Los nuevos Caciques, Gobernadores engordados por Fox y Calderón, primero imponen a sus favoritos como candidatos; luego emplean los recursos del rubro educativo para comprar a los miembros del SNTE a efecto de que "vigilen" las casillas, y finalmente prolongan en el poder municipal a sus leales. ¡Imagínese lo que sería un México con la reelección de alcaldes ! ¡Ya no durarían 3 años, sino un sexenio!

¿Y a eso el PAN y los panistas le llaman "modernización" ?

No cabe la menor duda, los caciques atacan de nuevo. Van contra la Reforma Energética. Van contra la Reforma Hacendaria. Y quieren su Reforma Política que reelige a los presidentes municipales y da pie a su Gobierno de Coalición. 

No cabe la menor duda de que Plinio Correa tenía razón: asistimos a un trasvase ideológico inadvertido, o diálogo, que a los católicos liberales metidos en el PAN, lejos de llevarlos cristianizar a ese partido, los ha convertido en pan-cardenistas fácticos.¡ Acabáramos...!

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