martes, 17 de marzo de 2015

El Zedillato contra el PRI

*  DEL GOLPE DE ESTADO DEL AÑO 2000, A SU GOBIERNO DE COALICIÓN PARA EL 2018


*  HACE 15 AÑOS FUERON SORPRENDIDOS; HOY, SI NO ACTÚAN ES QUE SON TRAIDORES


*  A LOS SOCIALDEMÓCRATAS LES ESTORBAN LOS CATÓLICOS EN EL "PAN"




De JOSÉ A. PÉREZ STUART


Diódoro Carrasco, "representante" de Puebla en el DF
La noche del domingo 2 de julio del año 2000, Ernesto Zedillo pudo sorprender al PRI --que meses atrás lo había repudiado cuando intentó cambiar a su antojo la dirigencia nacional del Partido, sin consultar a las fuerzas vivas del mismo--, y proclamar inconstitucionalmente por la televisión a Vicente Fox como "el nuevo Presidente de México"...pero para las elecciones que se celebrarán en México desde este año hasta el 2018, nadie puede llamarse asombrado, sorprendido: la guerra que el zedillato libra contra el Partido Revolucionario Institucional es abierta, declarada, inmisericorde. 

El control político del país, y consecuentemente el futuro de México, se lo disputan sólo tres grandes fuerzas representativas de igual número de corrientes ideológicas:

1.- La liberal, en el poder: víctima de sus propios yerros y una persistente campaña de desprestigio orquestada dentro y fuera del país; ésta última, alimentada desde Buckingham Palace y la oficina oval de White House, que utilizando sus medios (The Economist, por un lado, y The New York Times y el Wall Street Journal, por el otro), impiden el proyecto peñanietista de acercarse a China.

2.- La socialista posmoderna: heredera del nacionalismo-revolucionario, opera a dos pistas. Por un lado, mediante la vía partidista, con MORENA a la cabeza, y por el otro, siempre en concordancia con los teólogos de la liberación, con la guerrilla indígena y urbana, vinculada a grupos revolucionarios que trafican drogas, como es el caso de las FARC.

3.- La socialdemócrata: anclada en logias irregulares, formalmente desconocidas por el "escocismo" a nivel mundial, se autodenomina "masonería de izquierda" y promueve la agenda de la Internacional Socialista, como la legalización del aborto y de las uniones entre parejas del mismo sexo. Tripula el PAN, el PRD, el PANAL y Movimiento Ciudadano, a través de los cuales intenta derrotar al PRI en los comicios del 2018, para imponer un nuevo modelo político en el país, sustentado en un "Gobierno de Coalición" simulada.

Esta última fuerza revolucionaria es la que opera el zedillato.

Una de las peculiaridades del zedillato masónico o masonería socialdemócrata, ha sido despojar al PAN de todo vínculo moral, religioso o doctrinal con la catolicidad. De ahí que desde que pactó con Fox el arribo a Los Pinos en el 2000 --en ese "golpe de estado" contra el PRI liberal--, haya emprendido una cacería contra todos los políticos católicos militantes de Acción Nacional a los que identificó como "yunques". La misma tarea le fue encomendada a Felipe Calderón, quien hizo una auténtica persecución dentro del Partido y el sector público de todos aquellos que fueran señalados como "yunques". Esta misma labor es la que ha animado hace algunos días al exPresidente nacional del PAN, Germán Martínez, a impulsar una ideología pro homosexual dentro de dicho Partido, y consecuentemente a correr del mismo a todos los católicos, a todos los que sean identificados con el "Yunque".

Germán Benítez, pro gay y anti Yunque
La ansiada sepultura del PRI se debe a la consolidación de la corriente liberal dentro del mismo. Y quienes instrumentan esa maniobra anti liberal, tienen ya casi 50 años de estarla maquilando.

En efecto, incorporados inicialmente a los aparatos de seguridad y administrativo del Estado, finalmente fueron aglutinados bajo el mismo paraguas por el mayor de edad de todos ellos, Ernesto Zedillo, quien en aquél entonces con 41 de existencia, logró congraciarse con Carlos Salinas de Gortari --vía José Córdoba Montoya--, y alcanzar la Secretaría de Educación Pública en 1992. Esteban Moctezuma, de apenas 33 años; Luis Maldonado Venegas, de 36 y otros, como Fernando Manzanilla Prieto, de apenas 24, fueron inmediatamente colocados en la nómina.

Durante su estancia en la Secretaría de Educación Pública, el equipo estableció los amarres con el grupo logial de Elba Esther Gordillo y suscribieron el "Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica", que es precisamente la raíz del enriquecimiento de la profesora, del chantaje del SNTE a los gobiernos estatales y origen del empoderamiento de las CNTE. Los privilegios obtenidos en aquél entonces, constituyen la base de la oposición actual a la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto.

Elba Esther inició desde aquél entonces su trabajo de saboteo al PRI, toda vez que alentó la creación del "Frente Amplio del Magisterio", germen de lo que terminaría siendo el actual PANAL. Partido utilizado por el zedillato para impedir el triunfo electoral del archi enemigo de Zedillo, Roberto Madrazo.

En fin, el caso es que ese mismo grupo, apenas dos años después de arribar a la SEP, ante el traslado de Manuel Bartlett al Gobierno de Puebla, fue encargado de "organizar" la campaña electoral de Luis Donaldo Colosio a la Presidencia de la República. Los resultados son de todos conocidos. Como quiera que sea, en vez de recibir castigo por tan mediocre trabajo, alcanzaron posiciones significativas en la Administración Pública. Y precisa, curiosa, significativamente, decidieron abandonar el PRI y fundar "Convergencia", antes de que se produjera el "zedillazo" contra el Revolucionario Institucional.

Con el gobierno de Fox, el grupo vinculado, pues, a Elba Esther y al zedillato, alcanzó posiciones significativas en la Administración así como en el Congreso, vía EL PAN, Partido al que paulatinamente fueron copando, hasta forzar la candidatura de Felipe Calderón y ahora pretender la del actual gobernador de Puebla, Rafael Moreno-Valle Rosas.

Una de las figuras clave fue, también, Diódoro Carrasco, secretario de Gobernación del propio Ernesto Zedillo.

La incrustación de Diódoro Carrasco, como nuevo "representante" del gobernador poblano Moreno-Valle Rosas en el Distrito Federal, es una muestra palpable, indiscutible, de que las cartas efectivamente están "echadas" y de que el zedillato combatirá al PRI de forma ya abierta, en las elecciones que se celebrarán en México a partir de este año y hasta el 2018, en que espera llegar nuevamente al poder.

Para tratar de sepultar al Partido Revolucionario Institucional, el zedillato ha buscado desinflarlo, sustrayendo a hombres de su confianza que aún militaban en el PRI como quintacolumnistas. Ahora, los ha convertido en candidatos. En candidatos de oposición al PRI. Van con todo contra Enrique Peña Nieto. Y contra la corriente liberal. Primero, por la mayoría del Congreso. Luego, por Los Pinos.

¿También ésta vez, como en el año 2000, los liberales priístas auténticos se quedarán con los brazos cruzados? Porque, la verdad de las cosas, ésta vez no pueden decirse sorprendidos. En todo caso, serán traidores.





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