domingo, 22 de marzo de 2015

México 2018: en Francia y España pierden los tibios y ganan los radicales

*   LOS VOTANTES, EN FAVOR DE PROPUESTAS CONTUNDENTES, CLARAS, RADICALES


*   LA FRANCIA LAICA, POR LA DERECHA RADICAL; LA EXCATÓLICA ESPAÑA, POR LA IZQUIERDA RADICAL


*   EN MÉXICO, LA DERECHA SE ENCIERRA ANTE EL TEMOR DE SER TACHADA DE "RADICAL"




De JOSÉ A. PÉREZ STUART

Marine Le Pen, la francesa radical
Rumbo a las elecciones mexicanas que habrán de celebrarse en lo que resta del 2015 y hasta el 2018, los resultados de este domingo en España y Francia, son muy aleccionadores para la auténtica derecha, atrincherada aún en el PAN: los votantes prefieren a los radicalmente definidos que a los tibios políticamente correctos.

Tan es cierto lo que aseveramos, que los ejemplos están a la vista:

1.- En la vieja España católica, descorazonada por un gobierno de derecha vergonzante, la ciudadanía prefirió votar por los radicales: los socialistas posmodernos de "Podemos" (alineados con Venezuela, Bolivia, Ecuador, Irán y Rusia) y por los socialdemócratas que aún cuando produjeron el derrumbe económico del país, se han mantenido fieles  a sus principios ideológicos.

2.- Y lo que son las cosas, en la Francia laica, la de la Ilustración...los votantes prefirieron sufragar en favor de la derecha radical de Marine LePen y la del corrupto y mujeriego Sarkozy, que por la socialdemocracia de un Hollande esquirol y súbdito de Obama.

Iglesias, el líder español radical
En otras palabras, la lógica de las tradiciones ideológicas ha quedado sepultada por la claridad, por la radical de las posturas. Los socialistas de "Podemos" nunca escondieron su ideología de fondo, la radicalidad de su propuesta, y robaron un extfraordinario porcentaje de votos al falsamente "derechista" PP (Partido Popular), que al igual que el PAN de México, ha desencantado a los ciudadanos por sus coqueteos con la Ideología de Género y la legalizacióin del aborto. Y en Francia ha sucedido otro tanto...

Después de los atentados contra los caricaturistas blasfemos de Charlie Hebdo, los franceses han salido a sufragar, mayoritariamente, por la "derecha" radical y por la "derecha" institucional, la del sistema. La primera representada por Le Pen y la segunda encabezada por Sarkozy.

Tanto Le Pen como los de "Podemos", han sido señalados, en forma reiterada, como radicales. Y no les ha importado. Al paso del tiempo, sus posiciones les han redituado jugosos dividendos y apuntan hacia la conformación de un nuevo escenario ideológico en Europa.

Esta posición contrasta mucho con la posición vergonzante que han asumido otras "derechas" partidistas, como en México, que tratan de pasar inadvertidas, nadan "de muertito", se afanan por presentarse como "políticamente correctas" y no gustan de manifestar abiertamente la totalidad de su proyecto doctrinal a la sociedad. El temor al señalamiento de ser "radicales", paulatinamente los va disgregando socialmente, los va encerrando en una especie de gueto (del italiano ghetto) de pulcritud doctrinal...con el que sin embargo nadie puede sentirse razonablemente identificado, porque simple y llanamente nadie conoce. Mas que ellos. 

Ni Le Pen, en Francia, ni los socialistas posmodernos de "Podemos" en España, han tenido miedo a ser señalados en forma reiterada de "radicales". Han presentado su proyecto. Se han abierto un espacio en la sociedad y ahí van, conquistando posiciones en el Congreso...al margen de los corruptos Partidos políticos institucionales. Porque finalmente la gente busca certezas,  seguridades, pisos firmes, definiciones, posturas claras, definitivas, radicales, lejanas de la componenda, del cochupo, del arreglo en lo oscurito.

En Francia y en España, la gente le ha dado la espalda a los Partidos políticos vergonzantes. A los de medias tintas. A los que Jesucristo escupe, por ser tibios: "por no ser ni fríos ni calientes" (Ap 3, 15-22)
La présidente du FN Marine Le Pen, dimanche soir.
Ayer, Le Pen, feliz.


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